"EL CRIMEN DE LA BALLESTA", EN "LO QUE ME CONTARON LOS MUERTOS"

El 6 de febrero de 1994, Andrés Rabadán, un joven de 20 años de edad, se entregó a la Policía Municipal de Palafolls (Barcelona) para declarar que acababa de asesinar a su padre.

Los agentes le acompañaron a su domicilio y ahí descubrieron el cadáver de su padre, Marcial Rabadán, tumbado en la cocina. El joven le había disparado cuatro flechas en la frente y para que tuviera una dulce agonía, le había colocado una almohada bajo la cabeza.

Pero además, el joven confesó ser el autor de tres descarrilamientos a trenes en la provincia de Barcelona. Sabotajes que habían provocado heridos leves.

A Andrés Rabadán se le diagnosticó una esquizofrenia paranoide y la sentencia condenatoria fue algo polémica porque se le declaró: loco cuerdo, porque se le estimaba no imputable por el asesinato de su padre, porque no sabía lo que hacía, en cambio sí se le declaró imputable por los tres descarrilamientos al quedar probado que actuó siguiendo un plan premeditado para causar el mayor daño posible.

Desde entonces, Andrés Rabadán, está interno en el psiquiátrico penitenciario de "Quatre Camins" (Barcelona), ha protagonizado dos intentos de fuga y todos los expertos que le han tratado señalan que el joven ya se encuentra preparado para salir en libertad.

Lo más curioso del caso, es que durante su periplo carcelario, ha desarrollado una intensa actividad creativa dando rienda suelta a su sensibilidad literaria y pictórica; y ha conseguido, por un lado publicar un libro titulado "Historias de la cárcel" y por otro exponer sus cuadros.

Pero... ¿Está realmente preparado Andrés Rabadán para reinsertarse?, ¿Andrés Rabadán ya no supone un peligro para la sociedad?, ¿Cuál fue el motivo por el que asesinó a su padre? (PSH)